Ahisa: la goleadora del Puebla

*La futbolista fue la líder en el Torneo Apertura 2023 y es el orgullo de su natal Guatemala; aún evoca sus incipientes torneos eran la cancha de la colonia con puros varones

Katya López Cedillo

La salud mental fue una jugada con la que Aisha Solórzoano no esperaba tropezar, pero el fútbol fue el remedio para la guatemalteca más querida en Puebla y el año lo inicia en el torneo Clausura 2024 de la LigaMX Femenil como la máxima goleadora del equipo, con nuevas metas y en el camino hacia alcanzarlas, la humildad seguirá siendo su estandarte.

“Hace tiempo tuve una depresión que me tocó sobrellevar y fue algo muy complicado el dejar de disfrutar el futbol, pero lo más importante es que aprendí mucho: a no bajar los brazos, porque eso es lo peor que podrías hacer; también aprendí a rodearme de buenas personas que me impulsen”.

Aunque seguía jugando no lo disfrutaba, pero la jugadora, delantera de La Franja desde el 2023 y quien cerró con 8 goles, 927 minutos jugados y ni una sola tarjeta,   sabía que estaba en un mal momento y decidió que eso cambiaría pronto si seguía haciendo lo que amo.

Su padre, Héctor Solórzano -ex delantero que militó con equipos como Antigua GFC o Cobán Imperial, en su natal Guatemala- fue la base estructural en el desarrollo deportivo de Aisha.

“Mi papá siempre estaba allí y me aconsejaba… de hecho hasta ahora lo hace. Los dos, mi mamá y mi papá, fueron un apoyo muy grande para mí, para no sentirme sola por ser la única niña jugando futbol, porque yo comencé en el barrio a jugar con los chicos de la colonia a patear el balón en la calle”, recuerda.

Sus incipientes torneos eran la cancha de la colonia con puros varones. A veces salía llorando de los golpes que le daban, pero eso la fortaleció, no tanto por el roce deportivo, sino por su fuerza emocional y mental.

“Fue una buena etapa de chiquita. Mi familia fue una parte fundamental porque me apoyaron en todo: del colegio me iba a las prácticas y veían cómo hacer para que pudiera cumplir con todo a veces me quedaba a las 3:00am para hacer y veían como seguir conmigo para no bajar los brazos.”, confesó, mientras sonreía al recordar.

A sus 25 años de edad, Aisha forma parte de la Selección Guatemalteca desde que tenía 14 años de edad y al llegar a esas convocatorias fue encontró otra perspectiva al dominar el balón.

“Empecé a tomarle seriedad al futbol cuando abrieron visorías en la Selección Nacional Sub17, fui a probarme, comencé a entrenar a los 12 o 13 años, yo ni siquiera tenía equipo, pero allí empecé a ver los entrenamientos, las técnicas, las tácticas y empecé a querer hacerlo más seguido y mejor cada vez”, agregó Aisha.

Fue el futbol lo que la guío a una nueva vida: estudiar en Estados Unidos.

“Sabía que era una gran oportunidad pero la verdad no quería irme. Me fui sin saber ni siquiera hablar inglés y todo fue muy difícil porque al principio no entendía nada y una compañera me traducía, pero fue un cambio de cultura estar lejos de la familia de la comida, fue difícil, pero yo sabía que con esa experiencia crecería más como jugadora y como persona. Le tomé amor al cambio y me aferré a la oportunidad, eso me ayudó porque todo me hizo crecer y salir de mi zona de confort, fue lo mejor que pude haber decidido”, garantizó la delantera quien estudió Diseño Gráfico con Artes Visuales en la Universidad de Soudheastern de la Nationa Association of Intercollegate Athletics (NAIA) y ahora hace la maestría en línea.

Hoy es la número 30 de La Franja, pero hace un año, Aisha ni siquiera imaginaba patear el balón en un circuito profesional. Aisha habla con voz baja y cierta timidez, una versión distinta a la que Puebla conoce en la cancha.

“En el campo soy una y fuera de él soy otra: soy muy humilde, trabajo mucho, soy bastante tímida, siempre quiero tener presente la humildad para mantener los pies en la tierra…nunca hablo, casi en ningún momento me escuchan hablar, pero antes de empezar el juego digo algo y durante el partido también lo hago. Es un switch que no se cómo hago, pero pasa desde el calentamiento”, agregó la jugadora, quien sabe reconocer su mayor fortaleza.

“La velocidad creo que es un arma buena y mi explosividad porque a veces las jugadoras no esperan ese cambio de ritmo que a veces hago”, analizó Aisha, el orgullo de Guatemala, que hace brillar a Puebla.

 

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